lunes, 26 de noviembre de 2012

III. GLOBALIZACIÓN INJUSTA

1.- ¿En qué consiste?
María como “Madre de todos los pueblos” que es, se preocupa por el fenómeno de la globalización que actualmente afecta a toda la humanidad del planeta. Ya desde antaño, cuando se produjo la anunciación del ángel Gabriel y pidió de ella su consentimiento para la encarnación del Divino en su vientre dijo “Sí”, y esta respuesta iluminó a toda la humanidad de todos los tiempos. Ella siempre ha tratado de reunir a sus hijos, integrando a nuestros pueblos en torno a Jesucristo (1).
Del conjunto de grandes cambios que está experimentado la actual humanidad, es la globalización como tal vez el más importante y es una etapa más consolidada del capitalismo. Se trata así de la integración de los mercados en una dimensión planetaria, en la que grandes potencias económicas se disputan la hegemonía sobre la economía mundial y es Estados Unidos el que en este juego lidera el mundo unipolar. “El país o los países que ejercen el liderazgo tienen todas las condiciones de imponer el modelo político – económico, social y cultural que les favorece” (2), sobre el resto de las naciones y en especial de las países en vías de desarrollo. La Santísima Virgen María como “Espejo de justicia” que es, considera que este modelo que actualmente nos imponen es injusto y degradante a la dignidad de la persona, cuando la reduce a un simple ente consumista y para el juego de las relaciones comerciales y de producción.
“La globalización de la economía mundial en las últimas décadas del siglo XX, ha vinculado aun más la realidad interna de las naciones con el contexto externo. La expansión del comercio, las operaciones transnacionales de las empresas, la integración de las plazas financieras en un mega mercado de alcance planetario, y el espectacular desarrollo de la información, han estrechado los vínculos entre los países. En algunas regiones, la formación de espacios multinacionales es otra manifestación de la globalización del orden mundial” (3). Algunos piensan que la articulación de cada economía nacional con este mega mercado mundial determina en mayor o menor medida su desarrollo. Sin embargo, consideramos que las ventajas de globalización, en este campo se han tornado en peligrosas porque pueden facilitar el contagio de la crisis económica actual a la mayoría de países del planeta.
Como podemos apreciar, la globalización es un fenómeno esencialmente económico, pero también arrastra modelos culturales y político–sociales dentro de los cuales están los valores y antivalores que la favorecen, por lo cual tratan de determinar un nuevo modo de vida en el planeta, al servicio de los intereses económicos de los poderosos de la globalización. Con ella, tanto los valores como los antivalores adquieren una aplicación de dimensión universal, y también se crean patrones de vida que pretenden ser universales; se van uniformizando diversos conceptos sean morales o no. Esto significa que la globalización de la economía y cultura, al negar la verdad absoluta que la guie cae en el relativismo moral, y al no tener a Dios presente en sus acciones y procesos de relaciones internacionales ha caído en el secularismo. Estos hechos van en contra del modelo moral que significó la Santísima Virgen María para el mundo: una mujer cuya vida, toda fue al servicio de la divinidad, dejándose guiar por ella, sólo así colaboró con Dios para la Redención de la humanidad de todos los tiempos, lugares y naciones del mundo.
Sin embargo, esta economía globalizada ahora ha caído en crisis,  múltiples pueden ser las causas de ella, el diagnóstico lo tienen los especialistas. Pero, desde nuestra modesta óptica cristiana apreciamos que fue porque el valor fundamental que en ella impera e imperó es la idolatría del dinero, la escasez de justicia en la dirección de las finanzas, el egoísmo, el consumismo exagerado de los ricos, y la poca solidaridad. Por eso, la ética debe regir las finanzas para lograr el “Bien común” en todos los pueblos, de allí la urgencia de acudir a María quien como “Tesoro de Virtudes Morales” ilumine la actividad económica del mundo globalizado.
Ella como madre nuestra llora ante el drama de la crisis actual que azota a la humanidad, y la idolatría por el dinero que tenemos le recuerda la idolatría que antaño practicaban los egipcios a sus distintos dioses, cuando vivió allá por la persecución de Herodes a su Hijo. Pero, ella sigue lidiando como un faro luminoso maternal en medio de la oscuridad de este drama que necesita mucho de la solidaridad y justicia, como valores que ella sí cultivó. Un faro de luz y de amor que Dios desde su cruz nos entregó para que nos acompañe ¡siempre! No olvidemos que María fue el baluarte de los valores morales convertidos en virtudes en su conducta. Así es como Ella cultivó entre ellos la justicia, de allí su apelativo de “Espejo de Justicia”, la solidaridad, la humildad, la austeridad, el amor, etc.
Ella dedicó toda su vida a su obra trascendental: el servir como medio para que Dios traiga su amor y su caridad al mundo. Ahora, el mundo está lentamente invadido por el interés económico de los poderosos y su desprecio por los más pobres cuyos pueblos se están convirtiendo en meros mercados servidores para mayor incremento del capitalismo, debido a la caída de las barreras arancelarias y la interdependencia de las naciones en libre comercio. Por eso, la Madre de Cristo quiere que el amor y la caridad entre sus hijos se extiendan también por la globalización.
María nos recuerda que “Dios ama al hombre porque lo ha creado, lo ha hecho” y por eso ahora “el propio Dios va tras la oveja perdida: la humanidad doliente y extraviada” (4), en este sistema de globalización que es injusto, y la crisis económica que la afecta. Quiere recogerla al redil de la solidaridad y amor mutuo para su bienestar y salvación.
2.     2. Avance Tecnológico de las Comunicaciones
“La Banca, la industria, y el comercio mundial a medida que se fortalecen han requerido elementos que le permitan agilizar sus movimientos” (5). La tecnología de punta de la información es para satisfacer esta necesidad, mediante sofisticados aparatos de transmisión. Así, aparecen los sistemas de comunicación como grandes enclaves, mediante los cuales se distribuye la información en el planeta y son la base tecnológica para que se dé la globalización (6).
En 1994, se da inicio a la masificación internacional del internet para el almacenamiento, procesamiento y transmisión de información (7), facilitándose así el comercio electrónico internacional. Así, se ha producido una reestructuración capitalista sustentada en la revolución informática y de las comunicaciones.
Un elemento importante de esta globalización es el desarrollo del  internet, dando lugar a la llamada sociedad de información, o sociedad del conocimiento, o también sociedad de la comunicación. Según Gianni Vattimo, esta última denominación “significa una ruptura de los monopolios de la palabra… proceso que lo considera como emancipatorio” (8).
“La nueva economía que es la economía global con la inclusión de aquella que se realiza electrónicamente, será el centro de las cumbres de la sociedad” (9). Algunos consideran estos hechos como propios de un estado de postmodernidad para el mundo, pero no sería adecuado hablar de una “nueva era” ya que implicaría se haya dado una recomposición básica de las estructuras y procesos sociales de largo plazo, la cual no se da. Pero, sí es contundente el hecho de que se han producido cambios espectaculares en el mundo de la información y hay una revolución tecnológica digital.
Esta tecnología nos permite superar tiempos y distancias mediante el uso de la televisión digital, el internet, celulares, etc. Pero estos mismos medios tecnológicos informativos nos muestran hechos de la globalización actual injusta, porque continúa la brecha entre países desarrollados y los que están en vías de desarrollo, hay también una brecha digital o tecnológica no sólo entre naciones, sino también aún dentro de ellas (10).  Por eso ahora, no podemos cerrar los ojos, porque los dramas del mundo actual son de conocimiento público en todas las naciones de la humanidad actual.
En pocos minutos, todo drama o dolor que destaque un poco más, desde diversas partes del mundo, pueden ser de nuestro conocimiento. Así es como se nos muestra constantemente informes, desde diversos lugares del planeta, sobre seres humanos que por su pobreza sufren hambre, sed, desnutrición, enfermedad y muerte. Son escenas tan espantosas como la negación que el hombre hace de Dios en ellos. La Santísima Virgen María vio a su Hijo sufrir en el calvario y ahora también ve sufrir a éstos, sus hijos, en el drama de la miseria, y cuando los ve en agonía por la desnutrición y enfermedad, evoca el recuerdo de haber visto a su hijo Jesús agonizante en la cruz. Aun así, ante estos hechos, nos gana la indiferencia y el egoísmo, cuando sólo nos interesan nuestros propios problemas y los afanes por lograr o acrecentar nuestra propia felicidad. Sin embargo, no olvidemos que la presencia de Dios está en el sufrimiento de nuestros semejantes, en sus dolores (11).
Debemos tomar conciencia que millones de niños no han nacido sino para sufrir y perecer pronto (12) por culpa de nuestras malas acciones, egoísmos, arrebatos de la riqueza de los pueblos, marginaciones de poblaciones enteras, etc. Sin embargo, si la globalización nos une, debe ser también para ayudarnos. Este drama no debe darse porque Dios ha creado un planeta rico en recursos naturales para que todos disfrutemos por igual, con justica y solidaridad (13). Así lo quiere también María, quien como madre nuestra se preocupa porque en la mesa no falte el pan de cada de día para todos, y que nuestros niños crezcan felices, fuertes y sanos física y espiritualmente.
La Santísima Virgen María sufre porque este sofisticado sistema de comunicaciones, en su mayoría, guarda gran silencio sobre la doctrina de su Hijo que es la del amor, solidaridad, justicia y perdón; por lo tanto, este sistema no da suficiente alimento cristiano para todo el orbe interconectado electrónicamente. Pero, ella, que fue muy solidaria, considera que los medios informativos actuales pueden facilitar más la confraternidad y solidaridad entre los diversos pueblos de la actual humanidad, y difundir diversos valores morales que conlleven a una mayor humanización de la conducta del hombre sobre el escenario socio-cultural del planeta (14).
Ella se preocupa porque esta tecnología de punta nos sirve como vehículo de propagación de antivalores, como el engaño, la pornografía,  crímenes, la corrupción, etc. Sin embargo, hay muy poco de virtudes que ella sí cultivó. Quiere no sea instrumento de sometimiento espiritual y material por los más fuertes sobre los más débiles. Sufre cuando aprecia que hay en ellos muy poco espacio para que el pobre y oprimido exprese sus reclamos, porque también han nacido en un pesebre.
Asimismo, desea que mediante esta tecnología llevemos el amor y caridad a los pueblos más débiles, porque ella es “Reina y Madre  de misericordia” (así lo canta el rezo de la Salve). En este sentido es muy importante la expresión que el presidente norteamericano Barack Obama  dijo en su discurso inaugural dirigiéndose al mundo: “No podemos dejarnos llevar por la indiferencia ante los que sufren fuera de nuestras fronteras. El mundo ha cambiado y nosotros debemos cambiar con él”.

3.     3. Rol del profesional de la Comunicación Social en el campo de la globalización
    La Santísima Virgen María observó que su Hijo conquistó y formó a sus apóstoles y discípulos para que se conviertan en los primeros comunicadores sociales de su Evangelio a todos los pueblos del mundo. Ella, como la primera cristiana compartió con ellos, incluso después de la muerte de su Hijo, hasta el final de sus días en este mundo. Sucesores de ellos son ahora los obispos y demás miembros del cuerpo eclesiástico de su Iglesia, y el eco de la voz divina de Cristo se prolonga y prolonga mediante ellos; pero el mundo ha crecido, urge además del concurso de otros profesionales como los de la comunicación social, al servicio de Cristo y la orientación de la humanidad.
      Ahora, estos profesionales también tienen en sus manos la posibilidad de utilizar la alta tecnología de los medios informativos para la comunicación del mensaje del Evangelio a todos los rincones de la Tierra, en una mundialización de la moral y de la solidaridad aplicada a la problemática actual de los dramas de la humanidad. Asimismo, ellos también tienen la oportunidad de decidirse y la gran posibilidad de acción por realizar este apostolado tan urgente por la crisis moral en la que se debate el mundo. Sin embargo, el clero como sucesor nato de  los apóstoles, es el que tiene la responsabilidad de formarlos en la doctrina cristiana, para que el comunicador social asuma un rol fundamentalmente cristiano, en este proceso de globalización.
    La Santísima Virgen María desarrolló la comunicación social más grande y maravillosa del mundo, ella sola, pues se comunicó con el Creador del Universo y sin mayor tecnología lo hizo no importando ya la distancia entre la instancia de lo natural y sobrenatural. Y como fruto de esta trascendental comunicación nos trajo el regalo de Dios encarnado en su vientre, fue una comunicación entre ella, representante de la humanidad, y Dios. María no utilizó tecnología científica alguna, sólo la vía de sus virtudes, oración y amor a Dios, que maravillaron y atrajeron al creador sobre ella. Por eso, es que  la Virgen dijo: “Muy dichosa me dirán todos los pueblos porque en mí ha hecho grandes maravillas el que todo lo puede y cuyo nombre es santo” (15).
      Esta comunicación trascendental de María fue para la salvación de la humanidad porque Dios quiere que ésta se salve, para lo cual es preciso que todos “lleguen al conocimiento de la verdad, es decir, al conocimiento de Cristo Jesús. Es preciso, pues, que Cristo sea anunciado a todos los pueblos y a todos los hombres, y que así la revelación llegue hasta los confines del mundo” actual (16).
      Así, crearemos una opinión pública mundial-cristiana que nos facilite cambiar al mundo para bien de la humanidad y su salvación; que le permita a ésta superar lentamente sus dramas actuales mediante la práctica de la doctrina del amor solidario, cuyo modelo lo encontramos en María, expresado en su auxilio a su prima Isabel, y en la preocupación por las necesidades de su prójimo en la Bodas de Caná, en su intercesión por él ante su Hijo, que lo llevó a realizar el primer milagro en su vida pública.
      El periodista cristiano debe decir la verdad  y hacer bandera de la búsqueda de ésta. Sin embargo, esta búsqueda e información tiene sus complicaciones debido a intereses subalternos que pueden haber tras la formación de la opinión pública que pretenda el medio informativo. Por eso, los periodistas cristianos muchas veces no pueden ser coherentes con sus propias convicciones cristianas cuando se les obliga a actuar según la línea de opinión de la empresa que puede, muchas veces, no estar acorde con la verdad. Así, estos comunicadores algunas veces corren el riesgo de ser marginados del trabajo y caer en pobreza cuando pretenden no ocultar la verdad.
    No sólo los periodistas sino también otros profesionales pueden sufrir marginación por practicar las enseñanzas de Cristo. Es el caso de los médicos católicos a quienes muchas instituciones de salud en las que laboran les obligan a practicar el aborto o la eutanasia. En la actualidad, en Estados Unidos los medios de comunicación social católicos sufren el imperio de la ley que les obliga a pagar, a sus empleados, seguros médicos en los que, entre otros beneficios, está incluido la posibilidad de recibir pastillas “anticonceptivas”, y, o someterse a prácticas abortivas, las cuales van contra el respeto a la vida que predica la doctrina cristiana.
     La Santísima Virgen María como “Madre de la Iglesia”, porque estuvo con los apóstoles en los inicios de la misma y sus primeras prédicas, vio en ellos mucha valentía para hacerlo, aunque el medio social les era adverso. Por eso, recomienda también a estos profesionales sean valientes, a la par que lo suficientemente preparados en su especialidad.
     Mediante los medios de comunicación cristianos se da ya la evangelización a nivel mundial, pero debe ampliarse más a otras instituciones informativas que atiborradas están ya de noticias trágicas como acerca del crimen organizado, masacres, secuestros, etc. Urge colaborar con la misión de nuestra madre la Santísima Virgen María que en la tierra tiene, cual es la siembra de virtudes en sus hijos, mediante valores morales superiores. Este proceso debe ser facilitado y ampliado por el proceso de globalización que nos deben ofrecer los medios de comunicación responsables, para mejorar la calidad espiritual del poblador del planeta como parte integrante del pueblo de Dios tan necesitado del ejercicio de virtudes de María, para superar sus diversos dramas actuales y hallar en ella el camino de la esperanza del Reino de Dios al cual siempre trata de conducirnos.
      Además, la Madre del Redentor como la primera cristiana y madre del pueblo de Dios, también insta a todo confirmado y bautizado a ser soldado de Cristo para la evangelización de la comunidad donde vive. Asimismo, ella por ser “Esposa del Espíritu Santo” es considerada “Reina de los profetas”, porque ellos anunciaron al Mesías por inspiración del mismo Espíritu Santo. Por lo tanto, actualmente, está presente en los momentos que también se anuncia a Cristo para el mundo mediante los medios de comunicación o sin ellos, porque en estos momentos también ella ejerce su misión de ser “Auxilio de los cristianos”.  

   4.- Preocupaciones de la Santísima Virgen María en el mundo globalizado
             a) Por el desafío actual de la globalización de luchar contra el deterioro ecológico de este hermoso y rico planeta que ella conoció, en cuyos paisajes cultivó la tierra y al niño recién nacido cobijó, en el pesebre de un portal campestre de Belén.
         En la Biblia, en el Génesis, se refiere al Paraíso Terrenal como un mundo bello y rico en recursos naturales, obra del Creador, que debimos cuidar y no perderlo con el pecado. Si lo perdimos por la tentación de la serpiente, María al pisarla mediante su Hijo, la venció y recuperó este Paraíso para todos. Ahora, el planeta está herido, esta maravilla de la creación divina para nuestra morada ha sido erosionada en sus diversos recursos, tanto biológicos como minerales, para el consumismo desmesurado, como no respetamos a Dios, tampoco respetamos su creación. En la actualidad, la atmósfera, como envenenada por las emanaciones de la producción y el transporte, ya no nos protege totalmente, lo cual trae serios problemas en el clima y ecosistema. El futuro del planeta es catastrófico si no tomamos ya las medidas preventivas para evitarlo, aunque tal vez ahora ya sea un poco tarde. El presidente Barack Obama se preocupa por el “planeta en peligro”.
           Aunque Estados Unidos es el país con mayor producción de gases de efecto invernadero en el mundo, China pronto lo sobrepasará. Y las emanaciones nucleares producidas por el accidente acontecido en Chernovil y las producidas en Japón por el terremoto, demuestran que el planeta Tierra está expuesto, en cualquier momento, a una catástrofe de gran magnitud.
           b) Que América Latina en la actualidad ha declinado en la participación de exportaciones, lo cual significa menos recursos para cubrir las necesidades de su inmensa población de extrema pobreza, pues 170 millones de Latinoamericanos viven todavía en pobreza (CNN en español, TV 22-10-09). Que África a excepción de la República de Sudáfrica está como estancada o excluida de los beneficios que la globalización brinda a los países desarrollados, la era de la globalización no les ha traído ninguna esperanza favorable. Con una población del 10% de la del planeta, sólo recibe el 1 por ciento de las inversiones a nivel global, solamente 3 países del África como Senegal y República de Sudáfrica tienen acceso a grandes capitales, los demás deben atenerse únicamente al sistema de “ayuda para el desarrollo” que es limitado y al auxilio sólo en caso de catástrofes. Se preocupa también porque Europa oriental del antiguo bloque comunista tiene una participación marginal en el comercio mundial (17).
         Este panorama puede significar sufrimiento para María porque la mayoría poblacional de sus hijos en el mundo sufre pobreza económica que implica hambre, falta de empleo, analfabetismo, desesperación, angustia, llanto, enfermedad y muerte prematura. Pero ella como “Reina de los Mártires” está con firmeza en medio de ellos acompañándolos espiritualmente, como cuando al pie de la cruz estuvo firme acompañando a Cristo en sus sufrimientos y agonía. Sin embargo, Dios ha creado un planeta rico en recursos, suficientes para satisfacer las necesidades no sólo de toda la población mundial actual sino de mucho más todavía. Por eso el mismo Cristo agradeció a Dios Padre cuando dijo: “Bendito Seas Oh Señor Dios Rey Del Universo que nos das el pan de la Tierra”. Él con fundamento propio en la creación del mundo nos dijo: “Creced y multiplicaos”, no estableció ningún límite para esta multiplicación. Lo que sí el consumismo de unos pocos en detrimento de las carencias para la satisfacción de las necesidades primarias de la mayoría poblacional, es el que ha desencadenado este drama de injusticia social entre las naciones y aun dentro de ellas.
        María nos recuerda la pena que sintió Jesús por la muchedumbre de hambrientos, cuando después de predicar ante 5000 personas además de niños y mujeres, se encontraban sin haber ingerido alimento alguno, y Él dijo: “Me da pena esa muchedumbre”, y a sus apóstoles les dijo “dadles ustedes de comer”.
        La Virgen María que nos mostró el rostro de Cristo, halla en las Bienaventuranzas el dibujo de este rostro que es de caridad, cuando en el Sermón de la montaña Él dijo: “Bienaventurados los que lloran porque ellos serán consolados, Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia porque ellos serán saciados” (18).
        Este rostro de Cristo que es también de amor y misericordia, nos muestra siempre María quien nos conduce a Él cuando cumplimos las obras de misericordia con nuestro prójimo, y nos recuerda la recomendación que Dios nos hizo: “Sed misericordiosos así como también vuestro Padre es misericordioso” (19).
        A las personas que tienen sus cestas llenas “de panes y peces” Jesús recomienda: “Dad y se os dará, dad abundantemente y se os echará en el cesto una buena medida apretada y bien colmada hasta que se derrame. Porque con la misma medida  con que midiereis a los demás se os medirá a vosotros” (20).
         María también tiene ardiente caridad y por eso no cesa en su función salvadora, “con su amor maternal cuida de los hermanos de su Hijo que todavía peregrinan entre peligros y ansiedades hasta que sean conducidos a la patria bienaventurada del Cielo” (21).
        c) Que no cerremos los ojos ante el dolor y miseria ajenos, Ante la presencia de Dios que se halla en el sufrimiento de nuestros hermanos, los pueblos afligidos por la pobreza. “Porque en medio de sociedades que promueven, a través de propaganda en los medios de comunicación, el acceso a bienes, se niega paradójicamente el acceso de los mismos a las grandes mayorías” (22). Ellas porque son pobres no disponen de medios suficientes como para adquirir los bienes esenciales para su subsistencia, así tienen dificultades para mantener su dignidad humana como personas. Aunque todos somos habitantes de la Tierra parece que ésta no nos pertenece a todos.
          “La condición de los pueblos en vías de desarrollo debe ser objeto de nuestra consideración, o mejor aun, de nuestra caridad con los pobres que hay en el mundo, y éstos son legiones infinitas” (23), que si conocen a Dios claman también a María su madre diciendo: “A ti llamamos los desterrados hijos de Eva, a ti suspiramos gimiendo y llorando en este valle de lágrimas” (de la oración la Salve), porque ella es “Consuelo de los afligidos”. Y ahora hace un llamado al mundo a escuchar y vivir las palabras de Jesús como Ella sí lo hizo, que nos conducirá a pensar en los afligidos y ayudarles, que lo hagamos como un proyecto de vida que Dios nos indica en sus enseñanzas de las obras de misericordia: “Dar de comer al hambriento, dar de beber al sediento, vestir al desnudo… y en sus bienaventuranzas como:  Bienaventurados los misericordiosos porque ellos alcanzarán misericordia, para así sostener la esperanza en medio de las tribulaciones, no olvidemos que María es “Madre de la Esperanza”.
          Preocupada está presente ante la ONU cuando ésta acude en auxilio económico a Somalía. Nación, que después de dos décadas de guerra civil, sufre ahora una terrible sequía, la que asociada a la incapacidad del Estado de satisfacer las necesidades de este país, está convertido ahora en una nación en caos, anarquía, corrupción y hambruna. (diario El Comercio, 21 de Agosto del 2011).            
        d) Porque la dimensión económica de la globalización con la eficacia, productividad y sus valores económicos, se impone a las relaciones esenciales entre las personas, en desmedro del cultivo de otros valores superiores para ellas; como la verdad, la justicia, el amor, la solidaridad  y en especial la dignidad de la persona humana. El espíritu mercantilista se impone en el mundo en lugar del amor y solidaridad de María. Ese espíritu que entró en el templo de Jerusalén y que Jesús enérgicamente lo rechazó desalojando a los comerciantes. Hay lenta táctica de  debilitamiento de los valores morales en los pueblos (24).
        Se tiende a valorar a las personas como simples consumidoras, estamos distorsionando así el objeto para el cual hemos sido creados cual es amar y servir a Dios, y también al prójimo a quien debemos reconocer y respetar su dignidad como persona humana. La Virgen María nos recuerda que nuestra personal existencia ha sido querida por Dios y bendecida por Él, por eso no debemos dar la espalda a la estructura moral que nuestro Creador imprimió en nuestras mentes y corazones. La Madre de Cristo como mujer virtuosa por excelencia, en su época a pesar de haberse impuesto la corrupción de muchas autoridades políticas y religiosas de su medio, se mantuvo incólume en su moral y virtudes, como un faro de luz en las tinieblas de la opresión del poderoso romano y de la hipocresía moral de muchos fariseos y sacerdotes. Fue como un modelo de resistencia moral para el futuro de la humanidad ahora presente.
        e) Por el desafío que actualmente tiene la globalización de luchar contra el hambre en el mundo.  Inmensas poblaciones del planeta la padecen, Aldo Ferrer dice al respecto: “¡Cómo resuelve cada país el dilema de su desarrollo en un mundo global para no quedar atrapado en el sistema de relaciones articulado, en su beneficio, por los intereses y potencias dominantes!” (25). “Lo cierto es que estas inmensas poblaciones están siendo atrapadas y subordinadas en el escenario de la globalización, pero excluidas de los beneficios económicos de la misma”.
        “Otros ven este fenómeno como una continuación o agudización de procesos explotativos como propios de un neoliberalismo capitalista actual. Muchos críticos ven en los medios tecnológicos de punta para la información, sólo aparatos nuevos que sirven para enfatizar viejos dominios y estructuras de desigualdad” (26).
       Este drama del hambre en el mundo va contra la dignidad de la persona y reclama una globalización más justa y humana en que todos por igual disfruten del mínimo indispensable de subsistencia y desarrollo digno, en igualdad de derechos al disfrute de las riquezas entre las naciones.
       María, natural de Israel, Nazaret, nos recuerda que Dios escogió a Israel y “lo ama, aunque con el objeto de salvar precisamente de este modo a toda la humanidad… La historia de amor de Dios con Israel consiste en el fondo en que Él le da  la Torá, es decir abre los ojos de Israel sobre la verdadera naturaleza del hombre y le indica el camino del verdadero humanismo” (27).
        Ahora, María espera de sus compatriotas, en las altas cumbres de la economía mundial, luchen porque se respeten los derechos de la dignidad de la persona humana de estas poblaciones marginadas.
        En mi opinión, la solución urgente e inmediata al drama del hambre en el mundo está en el compartir solidariamente el “pan nuestro de cada día” que Dios nos dé. Así seguiremos el camino que María también lo hizo: ¡la solidaridad!
        f) Que en la globalización se difunde la cultura del consumo: Hay una colonización cultural que convierte a la persona (como lo señala Covarrubias Villa, Francisco) en un ser “egoísta, solitario, cosificado, consumidor, poco sensible, despojado de grandes ideas y proyectos, hábil para determinados tipos de trabajo, bueno para manejar equipos electrónicos y torpe para pensar críticamente” (“La otredad del yo: el hombre cosa de la sociedad capitalista 2002”).
         “Se verifica a nivel masivo una especie de nueva colonización cultural por la imposición de culturas artificiales, despreciando las culturas locales y tendiendo a imponer una cultura homogenizada en todos los sectores. Esta cultura se caracteriza por la autorreferencia del individuo que conduce a la indiferencia por el otro, a quien no necesita ni del que tampoco se siente responsable. Se prefiere vivir día a día, sin programas a largo plazo ni apegos personales, familiares y comunitarios. Las relaciones humanas se consideran objetos de consumo, llevando a relaciones afectivas sin compromiso responsable y definitivo” (28).
       María sabe que esta orientación conduce a la deshumanización de la persona, porque va contra su ser esencial cual es “social” por excelencia. Que el hombre tiene una capacidad mental y afectiva digna para ver a Dios que ella nos mostró, y digna también para el cultivo de valores superiores como el amor y la solidaridad. Sin acercarse a doctrinas totalitarias, materialistas, se están embotando facultades espirituales tan valiosas que muchas veces el Espíritu Santo ha inspirado en ellas la creatividad musical, el arte, la producción intelectual, la santidad, el sacrificio solidario y amoroso por el semejante, etc.
       Ella, como “Esposa del Espíritu Santo”, que tuvo su mente y corazón siempre abiertos a sus designios, quiere que la humanidad retome el camino que está perdiendo con este tipo de globalización, y reoriente su conducta al Camino y a la Luz que conducen a la Vida que significa Cristo nuestro Creador, a quien ella nos trajo para todos. Ahora también con este individualismo consumista y lucrativo nos estamos alejando de los principios básicos de la Doctrina Cristiana, cuales son el amor y la solidaridad mutua. Principios que se difundieron con mayor fuerza desde que el Espíritu Santo iluminó a los apóstoles estando ella presente en Pentecostés.
          El consumismo exagerado de las potencias mundiales las ha conducido a la crisis económica actual. El estilo de vida de ellas requiere utilizar más recursos de los que ofrece nuestro planeta (según opiniones vertida en TV. Canal 7 de Perú el 11 de Noviembre del 2011). ¡Cuánta falta nos hace seguir el modelo de sencillez, austeridad y humildad que manifestó María! Además, ella como “Madre del buen consejo”, ante esta crisis nos hace presente que si se quita a Cristo, el mundo cae en la oscuridad y el vacío.  
        g) “La Globalización esconde una lucha entre bloques económicos… Los Tratados de libre Comercio (TLC) destruyen ramas productivas en el nombre de la libre competencia… y profundizan los abismos entre ricos y pobres…”.
       “El mundo globalizado se ha convertido en un mundo sin naciones, sino todo es un mundo de ricos y de pobres muy pobres. Cada año, antes de la actual crisis, los ricos crecen en un 1.5% sus ingresos y los pobres pierden un 4%; los primeros forman parte privilegiada del mercado y los segundos son los menospreciados del mismo. Es un mundo en el que 75 millones de personas perciben menos de mil quinientos dólares al año” (29).
       Ahora, hay también exclusión de los que no están lo suficientemente capacitados e informados, esto significa que  actualmente hay además de pobreza material, la del conocimiento y del uso y acceso a nuevas tecnologías. Sin embargo, siendo el hombre el único fundamento de la cultura no es dable excluirlo. Nuestra madre María al llevar el nacimiento de Jesús a Belén, entre humildes pastores, no marginó de la presencia de su Hijo a los pobres y analfabetos, y desde allí irradió Jesús su amor a todo ser humano del planeta, sembrando como una globalización del amor cristiano por igual para todos los pueblos del mundo.
        Por eso con mucha fe y amor, ante este drama de menosprecio y  exclusión, debemos acudir a nuestra Santísima Madre como madre de Dios para que por su intercesión consigamos la caridad de la misericordia divina en los pobres del actual pueblo de Dios. Porque si esta lamentable situación continúa “está en juego la vida de los pueblos pobres, la paz civil de los países en vías de desarrollo y la paz del mundo”. El futuro de la civilización mundial depende de ello. (30). María reconocida como “Consuelo de los afligidos” y “Madre de la Esperanza” pide a los pobres del mundo el cultivo de la fe en Dios, oren y no pierdan la esperanza por una globalización más justa y moral, con la práctica del amor caritativo y solidario que Cristo sembró.
         h) La pérdida de la identidad cultural de los pueblos
         José y María fueron a Belén como lugar de origen de sus antepasados, a un censo, pero además ellos mantenían también en sus vidas todo el pasado cultural de sus ancestros como identidad propia. Ahora, ella por su presencia y amor en muchos pueblos del mundo se ha vuelto parte de la identidad cultural de los mismos, incluso le dan un nombre como patrona del lugar. Así por ejemplo: “El elemento mariano es parte integrante de la identidad cultural de América Latina… La difusión de la advocación a la Inmaculada Concepción es notable, como también a la Virgen de Guadalupe que desde México se ha convertido en patrona de América” (31).
         En la actualidad, la identidad cultural, que como nación mantienen todavía muchos pueblos del mundo, está amenazada por el proceso de globalización, por lo que en sí es una forma de violencia contra la cultura de cada pueblo. Esta situación se agrava cuando simultáneamente sus respectivos gobiernos van perdiendo atribuciones ante lo que se ha denominado sociedad en red, por las disposiciones del Consenso de Washington, así los países rezagados no cuentan con suficiente libertad para sus acciones en pro de su propio destino y desarrollo. Sin embargo países asiáticos como China, a pesar de haberse insertado en la globalización, son enérgicos en mantener todavía su identidad cultural y autonomía gubernamental.
i)                  La falta de empleo que es una de las grandes consecuencias de la globalización. La economía mundial tiene sobrada capacidad tecnológica instalada en la mayoría de las actividades de producción que se realizan en los países desarrollados, la cual limita la generación de empleo. María se preocupa porque sabe que el trabajo dignifica  a la persona, puesto que Dios ordenó al hombre ganarse el pan con el sudor de su frente. Ante este drama, ella como “Virgen Clemente” y “Espejo de Justicia” pide  a los fieles católicos para que no permitan que se atente contra la dignidad humana so pretexto de la globalización de la economía, por sus efectos en el mercado de trabajo.  
          j) Políticas neoliberales y el Consenso de Washington María se preocupa por las políticas neoliberales y el Consenso de Washington que constituyen el programa de la globalización.
          Una globalización en sí no es un fenómeno social negativo para la raza humana, al contrario puede ser altamente positivo si se da inspirado en el amor y solidaridad, justicia y respeto a los derechos humanos. “Una globalización sin solidaridad afecta negativamente a los sectores más pobres” (32). Éste, se podría decir que es el pensamiento actual de María porque ella fue solidaria y compartió su vida con los pobres.
          Medidas como el achicamiento del Estado, privatizaciones, desregulación de los mercados, eliminación de barreras arancelarias, tratados de libre comercio, reducción de la carga impositiva para los grupos de mayores ingresos, etc., son políticas que actualmente constituyen el programa o espíritu de la globalización. Se expresan en las recomendaciones y políticas del Fondo Monetario Internacional (FMI), del Banco Mundial y se hacen patéticas en las condiciones de la deuda externa, y en los TLC entre economías desproporcionadas o sea entre pueblos en vías de desarrollo y los desarrollados. En la realidad, no benefician a las economías débiles de las naciones en vías de desarrollo, al contrario, pautan el desenvolvimiento de sus economías con medidas que más parecen al servicio de los grandes intereses económicos de los poderosos del planeta; en detrimento de  las medidas proteccionistas de la economía de cada país, y en contra de la libertad de cada pueblo para decidir su propio rumbo económico según las auténticas necesidades y posibilidades de sus respectivas naciones. Es en los países del tercer mundo que se coacta así la economía de cada gobierno en sus decisiones económicas.
          Esto implica la pérdida de la autoridad que cada gobierno debe tener sobre su territorio y nación. “Ohmae…sugiere que el avance de la globalización ha sido tan poderoso que los Estados-nación han perdido gran parte de su poder para controlar sus propios asuntos” (33).
          Bell Daniel en su obra “The World and United States in 2003” en su página 1-31, “este artículo es un intento de predecir los grandes cambios estructurales del futuro. Llega a la conclusión de que hay un desajuste de proporciones entre las fuerzas globalizadoras y las instituciones del Estado-nación” (34).
          “En el plano real de la producción, la inversión y el comercio, las políticas neoliberales produjeron malos resultados” (35), tanto en las economías desarrolladas como en las de en vías de desarrollo. Sin embargo, “las disminuciones más notables en las tasas de pobreza absoluta han tenido lugar en países tales como India y China que no han seguido las políticas del Consenso de Washington; a pesar que se han integrado al mercado mundial, no han privatizado ni desregulado masivamente sus economías. En países que han seguido fielmente las recetas del FMI y las del Banco Mundial (que provienen del Consenso de Washington) tales como los de Latinoamérica y África están decreciendo…” (36).
          “Desde los centros de poder mundial se ve el resto del mundo como una “Aldea Global” sin fronteras (p.44). En ella los operadores financieros y las corporaciones transnacionales pretenden operar sin injerencia alguna de los Estados nacionales….Esta visión fundamentalista es, de este modo, la ideología del poder en el mundo contemporáneo” (37).
           Esta situación conmueve profundamente a María porque va contra la enseñanza del amor cristiano que implica el respeto a la dignidad de los pueblos y que es la del camino a la salvación del mundo como regalo para toda la humanidad; por el cual Jesucristo dio su vida mediante el drama de su pasión, en la cual la Virgen Madre compartió con su corazón adolorido, pero lleno de fe y de esperanza por la aurora prometida a la humanidad hasta entonces perdida en la oscuridad del pecado de sus primeros padres Adán y Eva, quienes también por la idea de tener el gran poder de Dios creyeron conseguirlo cogiendo libremente el fruto prohibido.
          El ángel Luzbel quiso también ser como Dios, envidió todo su poder, o sea no se contentó con lo que Él le dio en su ser, y quiso más, por eso se reveló con astucia, pero cayó al abismo de la oscuridad. La codicia es la madre de la caída de este ángel y la del hombre, que dio origen a la imperfección de la naturaleza humana. De allí el décimo mandamiento de la ley de Dios “No codiciar los bienes ajenos”. Este cuadro de la ambición del poder sigue dándose con los ricos actuales por el dominio económico del mundo en forma insaciable.
          Pero ahora, el mundo se debate en una crisis económica detrás de la cual está también la crisis de valores, por la que tanto falta el modelo de conducta de María, pues ella fue desde su nacimiento el nuevo rostro del hombre redimido, inmaculada desde su concepción y para siempre, y su misión en el planeta es también echar raíces de sus valores y virtudes en la humanidad.
          Al pretender los neoliberales excluir la autoridad de los gobiernos para actuar libremente en sus economías, han olvidado que los gobiernos han recibido su autoridad de Dios. “Toda autoridad viene de Dios” dijo San Pablo, él se refirió no a las personas que la ejercen, sino a su mandato (38). Por lo tanto, también los gobernantes en sus diversos actos de relaciones económicas con los demás países, no deben estar en contradicción con la voluntad de Dios la que es de amor solidario y no mercantilista, por eso “es necesario obedecer a Dios más bien que a los hombres” (39).
          La Santísima Virgen María sufrió también la ausencia de una auténtica autoridad autónoma, política-económica, por estar su pueblo bajo el dominio romano. Esta situación no desea que se repita en la actualidad con el neoliberalismo, el Consenso de Washington y los TLC entre países de economías asimétricas.
          La ideología del poder económico, que se expande en el  mundo actual, desvirtúa el objeto por el cual hemos sido creados por Dios. Es preciso ya que la humanidad comprenda más y mejor la revelación de Dios y asuma la responsabilidad que Él le ha encomendado: seguir el camino de la salvación como humanidad. Para seguir este camino María nos dijo: “Hagan todo lo que Él os diga”, por lo tanto, ese es el camino que los líderes de las naciones deben seguir: las enseñanzas del evangelio; para conducir mejor a las naciones desde instituciones importantes como la ONU, el FMI, alianzas o uniones de países, etc. Ahora en los líderes cristianos se debe manifestar un dictamen de su conciencia moral que les permita percibir y reconocer las prescripciones de la Ley divina, esta voz de la conciencia es inmanente en cada hombre en general, por eso la madre del Salvador considera posible un diálogo moral entre los líderes de diferentes razas, culturas o convicciones. Esperamos vislumbrar, entre los líderes internacionales, a grandes constructores de la raza humana, como lo fueron Abraham y Moisés en su época.
          En los actuales objetivos del milenio, en los que el mundo actual está comprometido lograr, es donde podemos hallar parte de la voluntad divina para el rumbo actual de la humanidad, porque en alguna medida concuerda con las obras de misericordia que Dios mismo nos enseñó. La Doctrina Social de la Iglesia es la que puede servir de base para esta praxis cristiana, que nos permitirá mitigar los dramas actuales de la humanidad y conducirnos a la salvación de la misma.
          Entre estos objetivos podemos mencionar:
          a) Erradicar el hambre y la pobreza en el mundo.
          b) Lograr la educación primaria universal.
          c) Reducir la mortalidad infantil.
          d) Corregir las desigualdades de género.
          e) Mejorar la salud materna.
          f) Combatir el VIH Sida, la malaria y otras enfermedades.
          g) Garantizar la sostenibilidad del medio ambiente.
          h) Formar una asociación mundial para el desarrollo aumentando la cooperación internacional.
          Si observamos estos objetivos encontraremos en ellos el espíritu de las obras de misericordia como: dar de comer al hambriento, dar de beber al sediento, vestir al desnudo, enseñar al que no sabe, asistir a los enfermos, etc., para la dignidad del hombre.
          También se manifiesta en ellos el espíritu de ardiente caridad de María, su solidaridad, y pensamiento cristiano que considera que “la dignidad del hombre es la dignidad de la imagen de Dios, y que la dignidad de la autoridad política (de cada nación) es la dignidad de su participación en la autoridad de Dios” (40).
          Asimismo, ella cuyo digno atributo es ser “Estrella de la Mañana” (Letanías), significa para la humanidad el vislumbrar un nuevo amanecer en el que humanizando más caritativamente nuestra convivencia mundial actual, hallemos el camino de nuestra salvación. Y por cuyo merecido atributo de ser “Salud de los enfermos” (Letanías) nos insta a buscar el alivio de las víctimas del VIH Sida, de la tuberculosis, de la malaria, etc., enfermedades pandémicas y endémicas que azotan a sus hijos.
          Además, María por ser “Madre del Creador” nos insta respetemos la Tierra, pues es creación de Dios para nuestra morada y disfrute responsable, de la cual Dios nos pedirá cuentas. De allí que como parte de los Objetivos del Milenium debemos garantizar la sostenibilidad del medio ambiente.                        
FUENTES
Globalización Injusta

1.      Quinta  Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del
Caribe, “Aparecida”, documento final del Sínodo de obispos para Latinoamérica, 2007 Lima Perú, Ed. Paulinas. EPICONSA. p. 137 (265).
2.      Niezen Matos, Gabriel, “Globalización y sociedad de información”, Fondo Editorial Escuela de Periodismo Jaime Bausate Y Mesa. Lima Perú 2005, p.9.
3.      Ferrer, Aldo, “Historia de la Globalización”, Orígenes del orden económico mundial. Fondo de Cultura Económica, Junio 2008, Argentina, p.11.
4.      Papa Benedicto XVI, Sobre el amor cristiano, carta encíclica. Documento Pontificio EPICONSA, 2006, p.20 y 25.
5.      Niezen Matos, Gabriel, Ob. Cit. p. 13.
6.      Ibid. p.14
7.      “Revista Académica Bausate Y Mesa”, Nro. 1, Año 2005, Fondo Editorial Escuela de Periodismo Jaime Bausate Y Mesa, p.25 y 33.
8.      Ibid. p.33
9.      Ibid. p.28
10.    Ibid. p.32
11.    Pierre, Abbe, “El escándalo del hambre y la Iglesia”. Ediciones Paulinas, Madrid 1969, p. 33.
12.   Ibid. p.47
13.   Loc. Cit.
14.   “Aparecida”, Ob. Cit. p. 43.
15.    Salesman, Eliecer, Ob. Cit. p.15.
16.   Catecismo de la Iglesia Católica, Impreso por Grafo Asociación de Editores del Catecismo. Bilbao, España, 1992, p.29 (74).
17.   Ferrer, Aldo, “Hechos y ficciones de la globalización”, Buenos Aires, Fondo de cultura económica, p.21-22, 1997.
18.   Catecismo de la Iglesia Católica. Ob. Cit., p.393 (1716).
19.   Lucas 6, 36.
20.   Ibid 6, 38.
21.   De Monfort House, Dublin, “Manual oficial de la legión de María” Conciliums Legions Mariae, Irlanda, 1984, p.7.
22.   “Aparecida”. Ob. Cit., p.51.
23.   Populorum Progresio, Ob. Cit., p.51.
24.   “Aparecida” Ob. Cit., p.53.
25.   Ferrer, Aldo, Hechos y ficciones de la globalización, Ob. Cit., p.13.
26.   Revista académica Bausate, Ob. Cit., p.29.
27.   Encíclica “Sobre el amor cristiano”, Ob. Cit., p.20.
28.   “Aparecida”, Ob. Cit., p.49.
29.   Internet: Lumed net, Actas Del Encuentro Virtual de Economía, José Castellanos, “Globalización y desigualdad económica”, realizado del 5 al 20 de Mayo del 2003, Universidad de Málaga. Enrique García Moisés. México, Universidad ISEC, Postgrado.
30.   Su santidad Pablo VI, “Populorum Progresio”, Ob. Cit., p.40.
31.   Consejo Episcopal Latinoamericano, “Nuestra Señora de América”, Bogotá. Documento  CELAM 102. Colombia, 1988, Tomo I, p.335
32.   “Aparecida” Ob. Cit., p.55.
33.   Giddens, Anthony, “Un mundo desbocado”, Los efectos de la globalización en nuestras vidas, Ediciones Santillana, España, 1999, p.99.
34.   Ibid. p.97.
35.   Ferrer, Aldo Ob. Cit. p.40
36.   Internet, Wikipedia, “Globalización y Consenso de Washington”, Esbozo de críticas.
37.   Ferrer, Aldo. Ob. Cit., p.44-45.
38.   Su Santidad Juan XXIII, Encíclica “Sobre la paz entre todos los pueblos”, Documento Pontificio EPICONSA, Ediciones Paulinas, Lima-Perú, 2003, p.21.
39.   Ibid. p.23.
40.   Ibid. p.22.

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